Oración y Ayuno – Una Definición
La oración y el ayuno se definen como voluntariamente estar sin alimentos para poder enfocarse en oración y camaradería con Dios. La oración y el ayuno van a menudo de mano a mano, pero esto no es siempre el caso. Puedes orar sin ayunar y ayunar sin orar. Es cuando estas dos actividades se combinan y se dedican a la gloria de Dios que logran su completa eficacia. Dedicarle tiempo al ayuno y a la oración no es una forma de manipular a Dios para lograr lo que tú deseas. Por el contrario, es simplemente forzarte a ti mismo a enfocarte y depender de Dios para conseguir la fuerza, la provisión y la sabiduría que necesitas.
Ayuno y Oración – Lo que Dice la Biblia
La ley del Antiguo Testamento requiere específicamente de ayuno y oración para una sola ocasión. Esta costumbre se conoce como el “día de ayuno” (Jeremías 6:36) o “el Ayuno” (Hechos 27:9). Moisés ayunó por 40 días y 40 noches cuando estuvo en el Monte Sinaí para recibir la ley de Dios (Éxodo 34:28). El Rey Josafát llamó a ayuno al pueblo de Israel cuando estaban por ser atacados por los moabitas y los amonitas (2 Crónicas 20:3). En respuesta a las predicaciones de Jonás, los hombres de Nínive ayunaron y se vistieron con sacos (Jonás 3:5). El ayuno y la oración se hacía generalmente en tiempos de pruebas. David ayunó cuando supo que Saúl y Jonatán fueron asesinados (2 Samuel 1:12). Nehemias oró y ayunó tras enterarse que Jerusalén aún estaba en ruinas (Nehemias 1:4). Darío, el Rey de Persia, ayunó toda la noche cuando fue obligado a enviar a Daniel al pozo de los leones (Daniel 6:18).
La oración y el ayuno ocurren también en el Nuevo Testamento. Ana “adoraba día y noche, ayunando y orando” en el Templo (Lucas 2:37). Juan el Bautista enseñó a sus discípulos a ayunar (Marcos 2:18). Jesús ayunó por 40 días y 40 noches antes de ser tentado por Satanás (Mateo 4:2). La iglesia en Antioquia ayunó (Hechos 13:2) y envió a Pablo y a Bernabé en su primer viaje misionero (Hechos 13:3) Pablo y Bernabé pasaron tiempo ayunando y orando para nombrar los ancianos en las iglesias (Hechos 14:23).
Oración y Ayuno - ¿Requisito o Recomendación?
La Palabra de Dios no ordena a los creyentes específicamente a pasar tiempo en ayuno y oración. Al mismo tiempo, el ayuno y oración es definitivamente algo que debemos hacer. Muy a menudo, sin embargo, el enfoque del ayuno y la oración se centra en abstenerse de alimentos. Sin embargo, el propósito del ayuno cristiano debe ser quitar nuestra vista de las cosas de este mundo y enfocar nuestros pensamientos en Dios. El ayuno debe ser limitado a un tiempo predispuesto, ya que no comer por periodos extendidos de tiempo puede ser perjudicial al cuerpo. El ayuno no es un método para castigar nuestro cuerpo y tampoco debe usarse como un método dietético. No ayunamos y oramos para perder peso sino para lograr una relación más profunda con Dios.
Al quitar nuestra vista de las cosas de este mundo a través de la oración y el ayuno bíblico, nos podemos enfocar mejor en Cristo. Mateo 6:16-18 declara: “Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”
Oración y Ayuno - ¿Qué logra?
Pasar tiempo en ayuno y oración no es inmediatamente efectivo para lograr los deseos de los que ayunan. Ayunando o sin ayunar, Dios sólo promete responder a nuestras oraciones cuando pedimos conforme a Su voluntad. 1 Juan 5:14-15 nos dice, “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” En la época del profeta Isaías, el pueblo se quejaba, pues ayunaron y Dios no les respondía en la forma que ellos deseaban (Isaías 58:3-4). Isaías les respondió proclamando que el espectáculo externo del ayuno y oración, sin la actitud apropiada del corazón, fue inútil. (Isaías 58:5-9)
¿Cómo puedes saber si estás orando y ayunando de acuerdo con la voluntad de Dios? ¿Estás orando y ayunando por cosas que le dan gloria y honra a Dios? ¿Revela la Biblia claramente la voluntad de Dios para ti? Si pedimos algo que no honre a Dios o no es la voluntad de Dios para nuestras vidas, Dios no nos dará lo que estamos pidiendo, ayunemos o no. ¿Cómo podemos conocer la voluntad de Dios? Dios promete darnos sabiduría cuando la pedimos. Santiago 1:5 nos dice, “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”
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